El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que se plasmó en un gran número de campos artísticos, como la pintura, el teatro, el cine, la danza o la escultura.
Su
primera manifestación fue en el terreno de la pintura, coincidiendo en el
tiempo con la aparición del fauvismo francés, hecho que convirtió a
ambos movimientos artísticos en los primeros exponentes de las
llamadas “vanguardias históricas”.
Más que un estilo con características propias comunes fue un movimiento
heterogéneo, una actitud y una forma de entender el arte que aglutinó a
diversos artistas de tendencias muy diversas y diferente formación y nivel
intelectual. Surgido como reacción al impresionismo, frente al naturalismo y
el carácter positivista de este movimiento de finales del siglo
XIX los expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo,
donde predominase la visión interior del artista —la «expresión»—
frente a la plasmación de la realidad —la «impresión»—.
Características
1.
Contexto histórico complicado. el
expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos
artísticos e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de
la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y del período de
entreguerras (1918-1939). Esa amargura provocó un deseo vehemente de
cambiar la vida, de buscar nuevas dimensiones a la imaginación y de renovar los
lenguajes artísticos. Fiel reflejo de las circunstancias históricas en que
se desarrolló, el expresionismo reveló el lado pesimista de la vida, la
angustia existencial del individuo, que en la sociedad moderna,
industrializada, se ve alienado, aislado. Así, mediante la distorsión de la
realidad pretendían impactar al espectador, llegar a su lado más emotivo e
interior.
2.
Los pintores expresionistas van a
defender la libertad individual, la primacía de la expresión
subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas prohibidos –lo
morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido–. Intentó reflejar una
visión subjetiva, una deformación emocional de la realidad, a través del
carácter expresivo de los medios plásticos, que cobraron una significación
metafísica, abriendo los sentidos al mundo interior. Entendido como una genuina
expresión del alma alemana, su carácter existencialista, su anhelo metafísico y la
visión trágica del ser humano en el mundo le hicieron reflejo de una concepción
existencial liberada al mundo del espíritu y a la preocupación por la vida y la
muerte, concepción que se suele calificar de «nórdica» por asociarse al
temperamento que tópicamente se identifica con el estereotipo de los países
del norte de Europa.
3.
Se supeditan al tema todos
los elementos artísticos y estéticos. Si bien en el expresionismo se dieron
cita numerosos artistas de estéticas distintas, siempre predominó en el
movimiento la preocupación por el contenido subjetivo de la obra por encima de
la armonía y el parecido con la realidad de sus formas. La importancia se
concedía a la visión “interior” del artista y no a la imitación de la vida
cotidiana. Esto en algunos casos podía producir arte más figurativo o más
abstracto, conforme a los intereses y estilos del artista, e incluso en formas
artísticas como la literatura o la arquitectura, implicaron una verdadera
renovación artística que tendió hacia lo abstracto y lo reflexivo.
PRECEDENTES
Aunque
se conoce principalmente por expresionismo al movimiento artístico desarrollado
en Alemania a principios del siglo XX, muchos historiadores y críticos de arte
también emplean este término de forma más genérica para describir el estilo de
gran variedad de artistas a lo largo de toda la Historia. Entendido como la deformación
de la realidad para buscar una expresión más emocional y subjetiva de la
naturaleza y del ser humano, el expresionismo es pues extrapolable a
cualquier época y espacio geográfico.
Las
raíces del expresionismo se encuentran en estilos como el simbolismo y el postimpresionismo,
así como en los Nabis y en
artistas como Lautrec y Vincent Van Gogh. Asimismo, tienen puntos
de contacto con el neoimpresionismo y
el fauvismo por su experimentación con el
color.
Los
expresionistas recibieron numerosas influencias: en primer lugar la del arte
medieval, especialmente el gótico alemán. De signo religioso y
carácter trascendente, el arte medieval ponía énfasis en la expresión, no en
las formas: las figuras tenían poca corporeidad, perdiendo interés por la
realidad, las proporciones, la perspectiva. En cambio, acentuaba la expresión,
sobre todo en la mirada: los personajes se simbolizaban más que se
representaban. Así, los expresionistas se inspiraron en los principales artistas
del gótico alemán.
También
se inspiraron en la escultura gótica
alemana, que destacó por su gran expresividad.
Otro de los referentes del arte expresionista fue
el arte primitivo, especialmente el de África y Oceanía, difundido desde
finales del siglo XIX por los museos etnográficos.
Las vanguardias artísticas encontraron en el arte
primitivo una mayor libertad de expresión, originalidad, nuevas formas y
materiales, una nueva concepción del volumen y el color, así como una mayor
trascendencia del objeto, ya que en estas culturas no eran simples obras de
arte, sino que tenían una finalidad religiosa, mágica, totémica, votiva,
suntuaria, etc. Son objetos que expresan una comunicación directa con la
naturaleza, así como con las fuerzas espirituales, con cultos y rituales, sin
ningún de tipo de mediación o interpretación.
Pero
su mayor inspiración provino del postimpresionismo, especialmente de la obra de
tres artistas: Paul Cézanne, que
comenzó un proceso de desfragmentación de la realidad en formas geométricas que
desembocó en el cubismo, reduciendo las formas a cilindros, conos y esferas, y disolviendo el volumen a partir de
los puntos más esenciales de la composición. Colocaba el color por capas,
imbricando unos colores con otros, sin necesidad de líneas, trabajando con
manchas. No utilizaba la perspectiva, sino que la superposición de tonos cálidos
y fríos daban sensación de profundidad. En segundo lugar Paul Gauguin, que aportó una nueva
concepción entre el plano pictórico y la profundidad del cuadro, a través de
colores planos y arbitrarios, que tienen un valor simbólico y decorativo, con
escenas de difícil clasificación, situadas entre la realidad y un mundo onírico
y mágico. Su estancia en Tahití provocó que su obra derivase a un
cierto primitivismo reflejando el mundo interior del artista en vez de
imitar la realidad. Por último, Vincent Van Gogh elaboraba su obra
según criterios de exaltación anímica, caracterizándose por la falta de
perspectiva, la inestabilidad de los objetos y colores, que rozan la arbitrariedad,
sin imitar la realidad, sino que provienen del interior del artista. Debido a
su frágil salud mental sus obras son reflejo de su estado de ánimo, depresivo y
torturado, lo que se refleja en obras de pinceladas sinuosas y colores
violentos.
En
última instancia cabe remarcar la influencia de dos artistas que los
expresionistas consideraron como precedentes inmediatos: el noruego Edvard Munch, influido en sus inicios por el
impresionismo y el simbolismo, pronto derivó hacia un estilo personal que sería
fiel reflejo de su interior obsesivo y torturado, con escenas de ambiente
opresivo y enigmático –centradas en el sexo, la enfermedad y la muerte–,
caracterizadas por la sinuosidad de la composición y un colorido fuerte y
arbitrario. Las imágenes angustiosas y desesperadas de Munch –como en El grito(1893), paradigma de la soledad y la
incomunicación– fueron uno de los principales puntos de arranque del
expresionismo. Igual de influyente fue la obra del belga James Ensor, que recogió la gran tradición
artística de su país –en especial Brueghel–, con preferencia por temas
populares, traduciéndolo en escenas enigmáticas e irreverentes, de carácter
absurdo y burlesco, con un sentido del humor ácido y corrosivo, centrado en
figuras de vagabundos, borrachos, esqueletos, máscaras y escenas de
carnaval.
Edvard Munch
Lwidig Kirchner
Franz Marc
*Fuente http://www.elarteporelarte.es/clases-cultura-visual/el-expresionismo-y-sus-precedentes/
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