Antoni Gaudí (25 de junio de 1852 – 10 de junio de 1926).
Fue arquitecto. Nació en una pequeña población llamada Reus, Cataluña, España.
Siempre le gustó colaborar con su padre y con su abuelo en el taller familiar.
Fue un niño de salud delicada, razón por la que se vio obligado a pasar largas temporadas de reposo, sin poder asistir a la escuela, se dedicó a la observación de su entorno; la naturaleza, que consideraba su gran maestra.
Al terminar la escuela, a una avanzada edad en comparación a los otros niños, Antoni Gaudí se trasladó a Barcelona para estudiar arquitectura, a la vez que se desempeñó en diversos empleos que le permitían pagarse los estudios.
Sus ideas eran auténticas, poco convencionales y dejaban a sus colegas atónitos. El director de la Universidad aseguró que era una especie de loco y genio.
Inició como colaborador en algunos despachos de renombrados arquitectos de la época.
En 1883, fue contratado como arquitecto del templo expiatorio de la Sagrada Familia. La obra se considera su principal realización artística, a pesar de que quedó inacabada y sin un proyecto bien definido.
La arquitectura gaudiniana se basó en su peculiar recreación del gótico hasta su inclinación por las grafías curvas y dinámicas, la aplicación a la arquitectura de técnicas de decoración artesanas, ejemplo: vidrieras, hierro forjado, muebles diseñados por él mismo. También su singular empleo de los mosaicos de fragmentos de cerámica contenidos con vivos colores.
A medida que iba siendo más conocido y famoso, progresivamente fue actuando más retraídamente.
Gaudí, que en su juventud había frecuentado teatros, conciertos y tertulias, pasó de parecer un joven con gustos de gourmet y elegancia extrema a un viejo descuidado de su aspecto personal, comer con ascetismo y alejarse de la vida social al tiempo que se entregaba con más fervor al campo místico y religioso.
Antoni Gaudí murió en un accidente de tránsito. Un tranvía lo arrolló mientras caminaba el 10 de junio de 1926 hacia la Sagrada Familia desde la iglesia de Sant Felip Neri. Después del golpe, perdió la consciencia, en el momento las personas que vieron el accidente no supieron que se trataba del célebre arquitecto, además estaba indocumentado. Fue trasladado al hospital donde posteriormente seria reconocido por el cura de la Sagrada Familia.
El entierro tuvo lugar dos días después en la Sagrada Familia, fue un multitudinario y sentido funeral: buena parte de los barceloneses salieron a la calle para dar el último adiós al arquitecto más universal que la ciudad había visto.
Fue un arquitecto catalán reconocido internacionalmente como uno de los más habilidosos y prodigiosos de su disciplina, además de uno de los máximos exponentes de la corriente modernista. Su genio excepcional fue artífice del nacimiento de un lenguaje arquitectónico único, personal e incomparable difícil de definir, categorizar y por ende de imitar.
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