Oscar
Agustín Alejandro Schulz Solari, o Xul Solar, si lo llamamos por el seudónimo
formado a partir de su apellido, nació en 1887 en San Fernando, Buenos Aires. Vivió muchos años en Europa allí, junto al pintor argentino Emilio Petorutti recorrió el continente
y se contactó con artistas vinculados a las vanguardias de la época. Cuando volvió al país, se relacionó con el ámbito cultural porteño y se rodeó
de pintores, músicos y escritores; fue, por ejemplo, muy amigo de Jorge Luis
Borges.
Xul no fue comprendido en el ambiente cultural de Buenos Aires: se lo consideraba interesante y gracioso pero demasiado excéntrico, y no se llegó a entender la profundidad de su obra.Además de pinturas, Xul creó múltiples objetos y hasta inventó dos idiomas: la panlengua y el neocriollo. Con la primera, Xul pretendió universalizar el lenguaje al combinar términos de distintos idiomas para crear una "lengua monosilábica, sin gramática, de base numérica y astrológica y combinable a voluntad". Quería que todos los pueblos se entendieran y que no hubiese barreras culturales entre los hombres. En el neocriollo mezcló el español y el portugués de América con palabras en inglés y alemán; su propósito era que los habitantes de América del Sur pudiesen comprenderse mejor.
A Xul le encantaban la astrología, el tarot y las doctrinas esotéricas, aquellas que se revelan solamente a unos pocos iniciados.
Se interesó también por las culturas orientales, las religiones y la filosofía. Los números tuvieron para él mucha importancia. Estudió la numerología. El número doce, por ejemplo, que corresponde a los signos del Zodíaco y es la base del sistema numeral duodecimal que Xul utilizaba, se manifestó de forma recurrente en muchos aspectos de su vida. Xul inventó doce técnicas pictóricas y estuvo doce años en Europa. Este número se repite en la dirección de su casa, Laprida 1212, donde vivió mucho tiempo y donde actualmente están el Museo Xul Solar y la Fundación Pan Klub.
Pasó largas temporadas en su casa del Tigre, en el Delta del Paraná (provincia de Buenos Aires). Allí murió en abril de 1963.
Xul también estudió arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. El interés por las construcciones se ve en sus obras. Utilizando distintas formas geométricas, diseñó diferentes casas, edificios y caminos.
Cuando se mudó al Tigre, en el Delta del Paraná, diseñó casas apoyadas sobre pilotes para que pudieran ser construidas en zonas inundables. El proyecto arquitectónico de Xul no solamente tenía para él un valor artístico: estaba muy interesado en que todos los habitantes del Delta tuvieran vivienda.
En Dos, Xul incorpora formas geométricas esquemáticas, amplía la gama de colores y usa cartulinas de color. En Las Cuatro pinta imágenes femeninas dulces y divertidas. Sus rostros muy coloreados se parecen a los de las geishas japonesas, ¿las conocés? La técnica de la acuarela está aplicada con tonos intensos sobre las partes que integran las formas y algunas veces con colores más suaves y transparentes. Son recursos para darle fuerza expresiva a las imágenes. Finalmente, si observás Grafía vas a ver que Xul realiza allí un "retrato-grafía", es decir, un retrato realizado por medio de grafías o signos inventados por el artista.
Estas caras, que parecen estar suspendidas en los cuadros, también nos transmiten cierta complicidad, a través de la intriga que adivinamos en las miradas o del suspenso que se presiente en la expresiones de los rostros. A vos te pueden sugerir otras ideas.
Los símbolos son signos convencionales, es decir, elementos que remiten a otros en virtud de una convención socialmente aceptada. Bajo esta definición un tanto amplia, podrían considerarse como símbolos, por ejemplo, las banderas, los escudos, las grafías, los logotipos, etc. Pero el símbolo tiene algo más que un sentido conferido en forma artificial: provoca resonancias en nuestro interior, pone en movimiento la imaginación, abre el camino a la interpretación.
Xul utiliza en su pintura símbolos tomados de las más diversas tradiciones, como la china o la hindú; también usa el simbolismo de las religiones egipcia, azteca, cristiana y judía, el de la cábala, el tarot y la astrología. Xul era un estudioso de la numerología, por eso los números adquieren un significado especial en su obra.
Por su mismo carácter convencional, el símbolo es polisémico: su significación puede variar en las diversas culturas o incluso en una misma cultura (por ejemplo, el color blanco puede significar "paz" o "alegría"). También depende del contexto en el que está inserto y de la percepción de cada sujeto. En un artista como Xul Solar, esa percepción dio como resultado una producción muy variada y compleja. Mediante la interpretación de algunos de los símbolos que utiliza podemos acercarnos a su obra artística, pero esto no implica el conocimiento cabal de ella. Aquí queremos darte algunas herramientas para que luego profundices, si te interesa, el estudio de la obra de este gran pintor argentino.
Xul manifiesta en una serie de cuadros la manera en que las ideas de los artistas europeos de vanguardia influyeron en América latina. En Drago, las banderas de países europeos (Italia, Francia, Gran Bretaña, Yugoslavia, España y Portugal) y la de los Estados Unidos parecen saludar la entrada triunfante del dragón-serpiente celestial, que se desliza sobre el mar engalanado por las enseñas de América latina y sosteniendo sobre su cabeza los símbolos de las tres principales religiones: cristianismo, judaísmo e islamismo. Las banderas son consideradas generalmente signos de guerra, pero también son un símbolo de protección, que se concede o se pide. El espíritu fraternal invade la representación del dragón y la del personaje heroico que lo monta, que nos recuerda la figura de San Jorge en la iconografía cristiana. Aquí el dragón parecería revelar su naturaleza ambivalente: no sólo es un emblema del mal y las tendencias demoníacas sino que contiene aspectos positivos, como el de ser el guardián de los tesoros escondidos. Vinculado a la llegada de la lluvia y del trueno, su aparición es un signo de buen augurio. El Sol, la Luna y los astros también están presentes, como testigos de esta escena mística.
La lucha por la igualdad entre hombres y mujeres relaciona Juzgue con Jefa: en esta última obra la mujer ya no imparte justicia, sino que ejerce el dominio sobre sus pares. La riqueza pictórica y la ambigüedad en el uso del espacio se corresponden con una temática hermética. Aparecen múltiples símbolos distribuidos en el plano, que si bien están integrados a la imagen, aportan significados esotéricos aún no develados en su totalidad. El número veintidós, por ejemplo, simboliza en algunas tradiciones antiguas el ser que se manifiesta en el espacio y en el tiempo; los arcanos mayores del tarot son veintidós y ese es también el número de letras que refleja el universo según la cábala. En la obra de Xul las asociaciones simbólicas pueden ser múltiples.
Xul trabaja con la técnica de la acuarela yuxtaponiendo, algunas veces, planos pictóricos de tonos cálidos y fríos, o iluminando, otras veces, las formas con transparencias, lo que confiere a las obras una extraña belleza que parece provenir de mundos imaginarios.
Xul no fue comprendido en el ambiente cultural de Buenos Aires: se lo consideraba interesante y gracioso pero demasiado excéntrico, y no se llegó a entender la profundidad de su obra.Además de pinturas, Xul creó múltiples objetos y hasta inventó dos idiomas: la panlengua y el neocriollo. Con la primera, Xul pretendió universalizar el lenguaje al combinar términos de distintos idiomas para crear una "lengua monosilábica, sin gramática, de base numérica y astrológica y combinable a voluntad". Quería que todos los pueblos se entendieran y que no hubiese barreras culturales entre los hombres. En el neocriollo mezcló el español y el portugués de América con palabras en inglés y alemán; su propósito era que los habitantes de América del Sur pudiesen comprenderse mejor.
A Xul le encantaban la astrología, el tarot y las doctrinas esotéricas, aquellas que se revelan solamente a unos pocos iniciados.
Se interesó también por las culturas orientales, las religiones y la filosofía. Los números tuvieron para él mucha importancia. Estudió la numerología. El número doce, por ejemplo, que corresponde a los signos del Zodíaco y es la base del sistema numeral duodecimal que Xul utilizaba, se manifestó de forma recurrente en muchos aspectos de su vida. Xul inventó doce técnicas pictóricas y estuvo doce años en Europa. Este número se repite en la dirección de su casa, Laprida 1212, donde vivió mucho tiempo y donde actualmente están el Museo Xul Solar y la Fundación Pan Klub.
Pasó largas temporadas en su casa del Tigre, en el Delta del Paraná (provincia de Buenos Aires). Allí murió en abril de 1963.
Xul también estudió arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. El interés por las construcciones se ve en sus obras. Utilizando distintas formas geométricas, diseñó diferentes casas, edificios y caminos.
Cuando se mudó al Tigre, en el Delta del Paraná, diseñó casas apoyadas sobre pilotes para que pudieran ser construidas en zonas inundables. El proyecto arquitectónico de Xul no solamente tenía para él un valor artístico: estaba muy interesado en que todos los habitantes del Delta tuvieran vivienda.
En Dos, Xul incorpora formas geométricas esquemáticas, amplía la gama de colores y usa cartulinas de color. En Las Cuatro pinta imágenes femeninas dulces y divertidas. Sus rostros muy coloreados se parecen a los de las geishas japonesas, ¿las conocés? La técnica de la acuarela está aplicada con tonos intensos sobre las partes que integran las formas y algunas veces con colores más suaves y transparentes. Son recursos para darle fuerza expresiva a las imágenes. Finalmente, si observás Grafía vas a ver que Xul realiza allí un "retrato-grafía", es decir, un retrato realizado por medio de grafías o signos inventados por el artista.
Estas caras, que parecen estar suspendidas en los cuadros, también nos transmiten cierta complicidad, a través de la intriga que adivinamos en las miradas o del suspenso que se presiente en la expresiones de los rostros. A vos te pueden sugerir otras ideas.
Los símbolos son signos convencionales, es decir, elementos que remiten a otros en virtud de una convención socialmente aceptada. Bajo esta definición un tanto amplia, podrían considerarse como símbolos, por ejemplo, las banderas, los escudos, las grafías, los logotipos, etc. Pero el símbolo tiene algo más que un sentido conferido en forma artificial: provoca resonancias en nuestro interior, pone en movimiento la imaginación, abre el camino a la interpretación.
Xul utiliza en su pintura símbolos tomados de las más diversas tradiciones, como la china o la hindú; también usa el simbolismo de las religiones egipcia, azteca, cristiana y judía, el de la cábala, el tarot y la astrología. Xul era un estudioso de la numerología, por eso los números adquieren un significado especial en su obra.
Por su mismo carácter convencional, el símbolo es polisémico: su significación puede variar en las diversas culturas o incluso en una misma cultura (por ejemplo, el color blanco puede significar "paz" o "alegría"). También depende del contexto en el que está inserto y de la percepción de cada sujeto. En un artista como Xul Solar, esa percepción dio como resultado una producción muy variada y compleja. Mediante la interpretación de algunos de los símbolos que utiliza podemos acercarnos a su obra artística, pero esto no implica el conocimiento cabal de ella. Aquí queremos darte algunas herramientas para que luego profundices, si te interesa, el estudio de la obra de este gran pintor argentino.
Xul manifiesta en una serie de cuadros la manera en que las ideas de los artistas europeos de vanguardia influyeron en América latina. En Drago, las banderas de países europeos (Italia, Francia, Gran Bretaña, Yugoslavia, España y Portugal) y la de los Estados Unidos parecen saludar la entrada triunfante del dragón-serpiente celestial, que se desliza sobre el mar engalanado por las enseñas de América latina y sosteniendo sobre su cabeza los símbolos de las tres principales religiones: cristianismo, judaísmo e islamismo. Las banderas son consideradas generalmente signos de guerra, pero también son un símbolo de protección, que se concede o se pide. El espíritu fraternal invade la representación del dragón y la del personaje heroico que lo monta, que nos recuerda la figura de San Jorge en la iconografía cristiana. Aquí el dragón parecería revelar su naturaleza ambivalente: no sólo es un emblema del mal y las tendencias demoníacas sino que contiene aspectos positivos, como el de ser el guardián de los tesoros escondidos. Vinculado a la llegada de la lluvia y del trueno, su aparición es un signo de buen augurio. El Sol, la Luna y los astros también están presentes, como testigos de esta escena mística.
La lucha por la igualdad entre hombres y mujeres relaciona Juzgue con Jefa: en esta última obra la mujer ya no imparte justicia, sino que ejerce el dominio sobre sus pares. La riqueza pictórica y la ambigüedad en el uso del espacio se corresponden con una temática hermética. Aparecen múltiples símbolos distribuidos en el plano, que si bien están integrados a la imagen, aportan significados esotéricos aún no develados en su totalidad. El número veintidós, por ejemplo, simboliza en algunas tradiciones antiguas el ser que se manifiesta en el espacio y en el tiempo; los arcanos mayores del tarot son veintidós y ese es también el número de letras que refleja el universo según la cábala. En la obra de Xul las asociaciones simbólicas pueden ser múltiples.
Xul trabaja con la técnica de la acuarela yuxtaponiendo, algunas veces, planos pictóricos de tonos cálidos y fríos, o iluminando, otras veces, las formas con transparencias, lo que confiere a las obras una extraña belleza que parece provenir de mundos imaginarios.
Pueden consultar más información en el siguiente link:
http://coleccion.educ.ar/coleccion/CD29/contenido/actividades/jugando_con_xul.html
cual me recomiendan para hacer q sea facil
ResponderEliminarsoy de primer año
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